– La manzana se destaca por su impresionante lista de fitonutrientes y antioxidantes. Los estudios indican que sus componentes son esenciales para un crecimiento, desarrollo y bienestar general óptimos.
– Esta fruta es baja en calorías. No contienen grasas saturadas ni colesterol.
– Las manzanas son ricas en fitonutrientes antioxidantes flavonoides y polifenoles. Algunos de los flavonoides importantes de las manzanas son la quercetina, la epicatequina y la procianidina B2.
– Además, también son ricas en ácido tartárico. En conjunto, estos compuestos ayudan al cuerpo a protegerse de los efectos dañinos de los radicales libres.
– Esta fruta contiene buenas cantidades de vitamina C y β-caroteno. La vitamina C es un poderoso antioxidante natural. El consumo de alimentos ricos en vitamina C ayuda al cuerpo a desarrollar resistencia contra agentes infecciosos y a eliminar los radicales libres dañinos y proinflamatorios del cuerpo.
– La vitamina A, que también se encuentra en las manzanas, es crucial para la salud reproductiva de hombres y mujeres, así como para el crecimiento de los embriones.
– Además, la manzana es una fuente ideal de vitaminas del complejo B, como riboflavina, tiamina y piridoxina (vitamina B-6). Juntas, estas vitaminas ayudan como cofactores de las enzimas en el metabolismo, así como en varias funciones sintéticas dentro del cuerpo humano.
– También son una buena fuente de ácido fólico, un nutriente que puede ayudar a reducir el riesgo de defectos del tubo neural en los fetos.
– Los minerales que se encuentran en las manzanas incluyen hierro, fósforo, calcio y potasio, que son componentes importantes para ayudar a regular la presión arterial.
– Todos estos elementos y más demuestran por qué las manzanas pueden legítimamente llamarse «superalimentos».